En un mundo dominado por las aplicaciones de citas, la «regla 80/20» ha cobrado relevancia como una teoría utilizada para describir los desequilibrios en las interacciones entre hombres y mujeres. Según esta regla, el 80% de las mujeres solo elige entre el 20% de los hombres, lo que se ha convertido en un argumento recurrente en círculos de discusión sobre relaciones y sexualidad. Esta premisa, sin embargo, carece de fundamento y alimenta la misoginia, especialmente en comunidades de internet como los incels, donde las ideas de masculinidad tóxica y feminismo se ven distorsionadas. En esta nota, exploramos cómo esta teoría errónea no solo ha influenciado las expectativas de los usuarios de las aplicaciones de citas, sino también cómo contribuye a una comprensión superficial de las dinámicas humanas en la era digital.
El experimento de coincidencia y la investigación de Tinder
Una escena representativa de esta teoría se da entre dos amigos en Buenos Aires, quienes realizan un experimento en una aplicación de citas: cada uno abre la app y observa cuántas «coincidencias» obtiene en un periodo determinado. Mientras el hombre no recibe ni una notificación, la mujer obtiene múltiples «matches», lo que refuerza la idea que ellos, en su mayoría, están luchando por captar la atención de las mujeres en el mundo de las citas en línea. Este experimento, compartido en diversas plataformas, se confirma con los datos de un estudio realizado en Bélgica, que documentó 3.600 interacciones en Tinder entre jóvenes de 23 años. Los resultados mostraron que los hombres dan «like» al 61,9% de los perfiles femeninos, mientras que las mujeres solo al 4,5% de los masculinos. Aunque estos datos podrían ofrecer una representación de las dinámicas de citas, no deberían ser la base para perpetuar la creencia de la regla 80/20.
El chico que perdió en la «competencia» de matches descubre bastante evidencia para apoyar la regla, pero en verdad, esta teoría no está sólidamente fundamentada. La declaración de que el 80% de las mujeres solo muestra interés en el 20% de los hombres carece de soporte científico y social. Esta perspectiva reduccionista de las relaciones humanas y las inclinaciones en las citas ignora la complejidad de los sentimientos y las elecciones personales.
La ley 80/20: una hipótesis misógina utilizada por los incels
La regla 80/20 no es solo una especulación aislada, sino una idea central que circula entre comunidades misóginas en internet, particularmente dentro de los círculos de los incels (celibes involuntarios). En estas subculturas digitales, la creencia es que un pequeño grupo de hombres «atractivos» acapara la atención de la mayoría de las mujeres, mientras que los demás hombres quedan relegados a la invisibilidad. Según estos foros, el empoderamiento de las mujeres y el control sobre sus elecciones de pareja es visto como el origen de su sufrimiento y frustración, alimentando así la victimización de los hombres que se sienten desplazados.
Silvia Díaz Fernández, investigadora que estudia la manosfera, explica que los incels ven a las mujeres como «guardianas del sexo», quienes tienen el poder de permitir o restringir el acceso de los hombres a las relaciones románticas o sexuales. Esta narrativa, cargada de victimismo y resentimiento, lleva a algunos de estos individuos a ver a las mujeres como figuras controladoras y responsables de su supuesta incapacidad para tener éxito en el mundo de las citas.
Además, las creencias de los incels no se limitan a la frustración en las citas, sino que se extienden a una visión de la masculinidad que considera el sexo como un derecho debido. Este sentimiento de desvalorización y resentimiento ha derivado en ataques violentos y en la creación de figuras como celebridades dentro de sus comunidades. La regla 80/20, entonces, no es solo una observación sobre la dinámica de citas, sino una ideología que refuerza la misoginia y el odio hacia las mujeres.
«Pickup artists» y la cosificación de las mujeres
Dentro de este mismo ámbito misógino, los «artistas de la seducción» o «pickup artists» (PUA) han ganado fama, difundiendo métodos y tácticas para manipular a las mujeres y captar su interés. Estos expertos en seducción crean jerarquías en las que las mujeres se catalogan como de «alto» o «bajo» valor, y enseñan a interpretar señales que supuestamente denotan un interés oculto. El contenido de estos PUA refuerza la idea de que las mujeres son un objetivo a ser conquistado, deshumanizando y cosificando a las personas mediante la manipulación y el acoso.
NYU junto con la Fiscalía de Manhattan, en una investigación conjunta, destacan que estas comunidades no solo facilitan la manipulación emocional, sino que también apoyan la noción de que los hombres merecen obtener sexo y afecto, y que cualquier fracaso en las citas recae en las mujeres por no satisfacer sus expectativas. La evolución de muchos seguidores de los PUA hacia los foros incel muestra cómo estas ideas se entrelazan, promoviendo una percepción distorsionada de las relaciones y la sexualidad.
La cultura del «emparejamiento» y las expectativas del amor romántico
Las aplicaciones de citas, por su parte, han alterado las expectativas sobre el amor y las relaciones. En lugar de ser un medio para conectar genuinamente con otras personas, se han convertido en un catálogo de opciones, donde la idea de un «match» se asocia con el éxito y la validación personal. El psicólogo y autor Barry Schwartz, en su charla TED, habla sobre el fenómeno de la parálisis de la elección, donde la abundancia de opciones en las plataformas de citas lleva a la incapacidad de tomar decisiones y a la creencia de que siempre habrá una opción mejor.
Este fenómeno también se manifiesta en la ansiedad que sienten muchos usuarios de las apps, quienes, al tener una amplia variedad de opciones, sienten que nunca hallarán «el indicado». Este comportamiento de buscar la perfección, junto con la naturaleza pasajera de los «emparejamientos», debilita las bases del amor romántico, el cual se percibía tradicionalmente como un encuentro único y significativo entre dos individuos.
Más allá del algoritmo: el amor y la conexión humana
Si bien la información de las aplicaciones de citas puede proporcionar indicios sobre las dinámicas de interacción, no consigue abarcar la complejidad de los lazos humanos. La fe en ideas como la regla 80/20 refleja la superficialidad presente en la era digital. El verdadero reto no es hallar la pareja ideal, sino superar la ilusión de que el amor y las relaciones pueden resumirse en un algoritmo, un porcentaje o una norma.
Las experiencias de amor, conexión e intimidad son intrincadas y no se pueden medir ni comprender totalmente mediante datos o teorías incorrectas. Al continuar desplazándonos en nuestras pantallas, es crucial no olvidar que, más allá de los «matchs», lo que importa verdaderamente es lograr una conexión auténtica con otros, ya que esto, por más esfuerzo que pongamos, no es algo que pueda calcularse o anticiparse con precisión.