El trap de Argentina supera límites y se integra en la moda urbana mundial a través de la colaboración entre Duki y la marca de Nueva York, New Era. Mauro Ezequiel Lombardo Quiroga, conocido artísticamente como Duki, fusiona su carrera musical con una oferta de estilo que muestra tanto su trayectoria personal como el desarrollo del estilo callejero global. La versión exclusiva de la gorra se transforma en un emblema de pertenencia, originalidad y creatividad, combinando la estética del trap con el diseño urbano de alta gama.
Una gorra con historia
La pieza central de esta colaboración es una gorra de edición limitada que integra la identidad artística de Duki con los códigos del estilo urbano global. El modelo 9FORTY, confeccionado en lana, hilo y estructura resistente, incorpora el logotipo geométrico del cantante en rojo intenso en la parte frontal y líneas blancas orgánicas en los laterales que generan un contraste visual distintivo. El accesorio incluye un núcleo interno que mantiene la forma, visera precurvada y sistema de ajuste strapback, garantizando comodidad y funcionalidad.
Más que un simple complemento, la gorra simboliza la trayectoria de crecimiento del artista y su vínculo con la gente. Duki ha destacado que cada persona tiene un lado positivo y otro negativo que conviven para darle significado a la vida, una idea que se refleja en el estilo y la historia de la pieza. La gorra forma parte de su tour internacional, difundiendo el estilo del trap argentino en escenarios de España, Argentina, México, Chile, Colombia, Perú, Ecuador y Estados Unidos, reforzando su impacto mundial tanto en la industria musical como en la moda urbana.
Del barrio al escenario: influencia cultural y estilo
Duki se formó en los barrios de Almagro y La Paternal, donde el hip-hop y el trap se convirtieron en su lenguaje musical y cultural. Sus primeras experiencias rimando en plazas y participando en batallas de freestyle lo proyectaron hacia la masividad. Canciones que se volvieron emblemáticas, como “No vendo trap” y “Si te sentís sola”, consolidaron su carrera y le permitieron conquistar escenarios internacionales.
Su estilo individual cuenta su historia de dedicación y originalidad, incluyendo piezas de mezclilla, pantalones de parches estilo camuflaje, chaquetas acolchadas con capuchas de piel y vestimentas influenciadas por los uniformes británicos escolares. La gorra de New Era se integra en este mundo como un emblema de identidad, transmitiendo al público un mensaje de sinceridad y vínculo con las raíces del artista.
Estilo urbano con proyección mundial
La campaña de lanzamiento de la gorra multiplicó los looks y las capas, proyectando la combinación de estilo personal y cultura urbana en una narrativa visual coherente. New Era destaca que esta colaboración va más allá de una tendencia pasajera: es una declaración de estilo y personalidad, reflejando lo que los seguidores escuchan, viven y representan en sus propias comunidades.
El modelo de edición limitada tiene un precio inicial de 90 mil pesos en Argentina y se vende mediante la tienda digital oficial de la marca y en comercios seleccionados en varios países. Su cualidad de coleccionable se debe tanto a la historia que relata como a su presencia global, convirtiéndose en un vínculo entre el origen del artista y su proyección internacional.
La gorra como emblema de identificación
Este esfuerzo conjunto entre Duki y New Era simboliza una fusión de música, cultura urbana y moda. El gorro se establece como un complemento emblemático que transmite autenticidad, evolución y sentido de pertenencia, uniendo a las personas con los emblemas que expresan su identidad y modo de vida. Al incorporar componentes de diseño innovadores y una narrativa personal, el artículo se fortalece como un modelo de cómo el trap argentino impacta no solo en la música, sino también en la moda urbana a nivel mundial.
Con esta alianza, Duki refuerza su posición como referente del trap internacional y la moda urbana, demostrando que la creatividad y la autenticidad pueden trascender fronteras y generar un impacto cultural duradero.